Pese a ello, en este día el bravo pueblo hondureño no permanecerá callado. Manifestaciones y cacerolazos han sido organizados en todos los rincones del país reclamando libertad y democracia. Y más temprano que tarde el pueblo hondureño vencerá. Si algo aprendimos los uruguayos es que la libertad y la democracia no son producto de acuerdos entre elites, son el resultado de la lucha de los pueblos.
Por eso, frente al monumento de nuestro prócer Artigas, aquel que nos enseñó que “la cuestión es solo entre la libertad y el despotismo", manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo hermano.
Montevideo, 15 de septiembre de 2010
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